Los sistemas de aire comprimido son sistemas complejos y a menudo ‘crecen con el tiempo’. La monitorización continua del sistema y el uso de indicadores KPI significativos, mantienen informados a los operarios, a los responsables y gerencias. Asimismo, la gestión energética puede hacerse constructivamente. Dado que hasta el 85% de los costos totales de un sistema de aire comprimido constituyen costos energéticos, la inversión en tecnología de medición y en equipos se amortiza.
El desafío “Mejorar el rendimiento del sistema de aire comprimido” requiere un enfoque sistemático que analice los lados de la oferta y la demanda del sistema. Este es el requisito previo para cualquier tipo de reducción de costos utilizando la gestión de energía.
La solución Defina los KPI correctos que lo ayudarán a evaluar:
La clave para evaluar el rendimiento del compresor es el consumo específico energético o de aire. Ello constituye la base para:
Además del cálculo de la eficiencia, el consumo de energía de los compresores señala la existencia de tiempos de carga / de parada que repercuten significativamente en los costes energéticos. Un parámetro adicional de gran importancia para el rendimiento del compresor y del sistema es la presión.
Normalmente las plantas presentan una tasa de fugas del 20-30% de la capacidad productiva de aire comprimido. En sistemas bien mantenidos, dicha pérdida puede reducirse a menos del 10%. Utilizando caudalímetros en distintos puntos en el sistema y en la compensación, es posible calcular ‘a tiempo’ la pérdida debido a fugas y, por lo tanto:
La asignación de la utilización de la energía a zonas y procesos específicos es uno de los factores clave de los sistemas de gestión energética (p. ej., ISO 50001) y condición previa imprescindible para una contabilidad transparente. La medición exacta del consumo de aire por unidad de producto es asimismo útil para optimizar los procesos de producción. Por otra parte, los datos son adecuados para una evaluación de la huella de carbono.
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