Es la tecnología de medición preferente para todos los líquidos eléctricamente conductivos en todas las industrias.
Estos medidores son aptos para todos los líquidos conductivos, como agua, ácidos, bases y lodos, entre otros. Las aplicaciones más comunes son la monitorización de líquidos, llenado, dosificación y medición precisa en custodia y transferencia. Los caudalímetros electromagnéticos no necesitan mantenimiento y ofrecen una integración de sistema perfecta en sus procesos.
Son tan robustos que a menudo la única opción para la medición de lodos minerales muy abrasivos con sólidos en suspensión, mezclas de agua y arena, materiales de relleno o sólidos granulados con la precisión requerida.
¿Cómo funciona?
La ley de Faraday establece que una varilla metálica en movimiento a través de un campo magnético induce una tensión eléctrica. Este principio determina la manera en la que el caudalímetro electromagnético funciona.
En cuanto las partículas con carga eléctrica de un fluido cruzan el campo magnético artificial generado por dos bobinas inductoras, se induce una tensión eléctrica. Esta tensión, tomada por dos electrodos de medición, es directamente proporcional a la velocidad del caudal y por lo tanto al caudal volumétrico.
Una corriente continua pulsante con polaridad alternante genera el campo magnético. Esto garantiza un punto cero estable y consigue una medición del caudal que no es sensible a líquidos multifase o heterogéneos, así como baja conductividad.
Ventajas
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